El martes 15 de febrero se dará inicio a la subasta electrónica del malogrado hotel “Itaku” (o Ytaku), lugar en donde uno de sus socios, Jorge Roberto Aguirre, tomó la determinación de poner fin a su vida, previo a incendiar dos cuerpos enteros del inmueble y descerrajarse un disparo de pistola 9 mm, a mediados de agosto del año pasado.
El martillero local, Jorge Menteguiaga, ha sido designado para llevar adelante un remate que se hace vía internet y con una base de U$S 350.000.- más gastos.
La historia del hotel remite a dos emprendedores que eligieron Concordia para invertir sus ahorros, un argentino de Campana, Buenos Aires, y un coreano, nacionalizado argentino. Pero las cosas no salieron bien. Ambos murieron y el fruto de tanto esfuerzo caerá bajo el martillo electrónico aunque ellos ya no estén para verlo. Li –el coreano- falleció antes y su socio, Jorge Aguirre, para no verlo, se mató en el mismo hotel previo prenderle fuego.
Los que conocieron a Jorge Aguirre (70) dicen que el hombre tenía una sociedad en una confitería, la que enajenó y buscó invertir esos dineros en una ciudad con potencialidad turística. Eligió Concordia y junto al coreano Li Sean Zon, se entrevistaron con el empresario Anselmi, quien hacía poco tiempo había logrado alumbrar otro pozo termal en Concordia, en la zona de Villa Zorraquín.
Acordaron pautas que según él contó –no se cumplieron por parte de PRODINTA- la empresa de Anselmi y generó juicios entre ellos.
A esa situación se sumó que Aguirre quería hacer un hotel de primera calidad y con detalles tales que lo llevaron a cortar eucaliptos colorados para hacer las tejas del techo y muebles del interior, utilizando mano de obra local, que experta en las leyes laborales, los llevaron a contestar juicios en los juzgados locales.
Esto generó malestar entre el coreano y el bonaerense, por lo cual el primero terminó peleado con su socio e inició un juicio con pedido de medidas cautelares por U$S 619.575.- con más una suma astronómica de intereses, gastos y costas, en el año 2013, es decir seis años después de iniciar la construcción del hotel, que por esta catarata de problemas, nunca pudo abrir, pero aún cerrado, generó deudas de tasas e impuestos, por lo cual la Municipalidad, ATER y la AFIP, iniciaron demandas judiciales con embargos incluidos.
A esto se agregó el pedido de los abogados que intervinieron como defensores o como apoderados legales de los litigantes que los volvieron a embargar y contadores que hicieron pericias, pidieron y obtuvieron embargos de sus honorarios en dólares americanos.
En fin, un pandemónium que nunca hubieran imaginado Aguirre, Li, ni siquiera Anselmi. Los dos últimos murieron por causas naturales y Aguirre, el único sobreviviente, no quiso ver como caía el martillo sobre el hotel que con tanto sacrificio habían construido que se mató de un tiro de 9 mm, antes prendió fuego al hotel.
La última entrevista que concedió Aguirre
En una entrevista, ya en sus últimos meses de vida, Aguirre contó que el poder político habría procurado quedarse con su hotel.
En el programa Cuestión de Fondo, relató diálogos con el empresario y funcionario provincia José Luis Ostrosky:
“Al tiempo, unos meses después, no mucho, un día me dice Ostrosky que necesitaba hablar conmigo porque lo había llamado el Pato. Le pregunté qué Pato, y me dijo que era Urribarri, el gobernador, que quería que él fuera director de Turismo. Le dije lo que yo pensaba: que Urribarri era un corrupto y que él se iba a convertir en un corrupto. Al día siguiente me habló la mujer y le dije lo mismo porque yo siempre digo lo que pienso”.
“Al tiempo de entrar como director de Turismo, un día viene Ostrosky y me dice ‘Jorgito vamos a ser vecinos. Vamos a hacer un hotel al lado tuyo’. Le dije cómo podía ser si él era un seco, con qué plata iba a hacer un hotel. Me dijo que el ministro de Cultura Báez tenía un amigo que le debía un favor y le iba a dar la plata. ‘Escuchame boludo esa plata es nuestra’ le dije. ‘Es plata de la corrupción’”, continuó el empresario.
Aguirre contó que antes de la instalación del complejo en cuestión, Amanzi Termal, había recibido ofertas por parte de una funcionaria de Turismo de Concordia y le dijo que no hacía “negocios con funcionarios”.
Embargos
El informe que el martillero entregó al Juzgado que interviene en la quiebra de ITAKU SRL, incluye nada menos que 24 embargos, juicios entre ellos, con PRODINTA (de Anselmi) con abogados de los entes recaudatorios, de contadores que hicieron pericias contables, de trabajadores y sus abogados, todo lo que llevó a que desde el año 2007 al 2021 (14 años) el hotel nunca estuviera abierto y que sus dos dueños terminaran muertos, como así mismo con quien pleiteaban, Anselmi –dueño de Prodinta- que también falleció.
Fuente: El Sol – El Entre Ríos