La devaluación y el salto inflacionario de los últimos días ha impactado sobre el conjunto de la economía argentina y, muy especialmente, ha colocado contra las cuerdas a los prestadores del sistema de salud.
La situación es descripta como “límite” y “extrema” e incluso “dramática” y afecta por igual a los sanatorios de toda la Argentina. Desde algunas provincias, como Córdoba y Santa Fe, emitieron comunicados que ponen sobre aviso no sólo a las autoridades sino a la comunidad en su conjunto y puntalmente a los pacientes.
También los sanatorios de Concordia, consultados por El Entre Ríos, advirtieron que atraviesan exactamente por la misma situación, a la que calificaron como «extrema».
Por ejemplo, la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de la Provincia de Córdoba salió a los medios a informar que “desde el día lunes no han podido adquirir los insumos, descartables y medicamentos de uso habitual en sus Clínicas y Sanatorios. Que además del desabastecimiento existente, lo que pone en riesgo la atención de la salud de la población, en el corto plazo también se han producido aumentos desmesurados que ponen en serio riesgo la actividad de las instituciones, que se ven imposibilitadas de funcionar en esas condiciones, recibiendo muy pocos insumos y en muchos de los casos sin precio determinado (entrega solo con remito sin saber el precio de compra, pero percibiendo las prestaciones efectuadas en mayo)”.
Los prestadores cordobeses aseguran que “el desabastecimiento denunciado se suma al desfinanciamiento preexistente, los plazos prolongados para percibir las prestaciones brindadas y el costo elevado de las prestaciones, en muchos casos brindadas por debajo del mismo”.
La entidad de Córdoba solicita “inmediato” financiamiento “ya que –explica- es una actividad que no admite «stockearse» o frenar la actividad hasta tanto el panorama esté claro como hacen quienes proveen los insumos médicos”.
Es más, en la provincia mediterránea los sanatorios no descartan tener que trasladar los costos “al beneficiario de la prestación con el llamado pago de bolsillo, para poder así intentar garantizar la continuidad de la atención médica, la que puede verse afectada si las condiciones de abastecimiento no se restablecen o si los ingresos de las instituciones no son suficientes para el pago de los costos”.
Algo similar comunicó la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario, que nuclea al 90 por ciento de la salud privada de la segunda ciudad del país.
La entidad denunció que, a causa de la creciente depreciación del peso argentino, “algunos proveedores no están reponiendo materiales, aguardando tener valores de referencia actualizados». Lo cual “está afectando profundamente al sector, ya que no podemos postergar la atención de los pacientes a la espera de que la situación de precios se estabilice. Es la salud humana la que está en juego en estos casos, sin menosprecio de muchas otras actividades de la economía; igualmente perjudicadas por la actual coyuntura”.
Desde la entidad rosarina se insistió en un agravamiento de la situación, que «ya era complicada desde la implementación del cepo cambiario, con aumentos sistemáticos y dificultades de reposición”, y que se profundizó “hacia fines de 2022 y se agudizó con los recientes acontecimientos”. Se trata “más de un problema financiero que de stock», explicaron.
Los sanatorios de Rosario plantearon que los proveedores de medicamentos, material descartable y tecnología importada «adoptaron medidas que generan incertidumbre de cara a la compra de insumos», y, a renglón seguido, exhortaron a las empresas que comercializan dichos productos a «no especular al momento de establecer nuevos precios, mantener las condiciones de pago y de financiación acordadas y sostener el stock de insumos para la venta».
Asimismo, reclamaron a obras sociales, empresas de medicina prepaga y mutuales un «mejoramiento de los aranceles y porcentajes de incrementos que permitan afrontar el encarecimiento de los insumos».
Por último, pidieron «a las autoridades nacionales y provinciales un mayor financiamiento a los efectos de aumentar el valor de las prestaciones médicas».
Fuente: El Entre Ríos