Las monedas de 1, 5, 10, 25 y 50 centavos, siguen activas en la lista del Banco Central, pero casi no circulan. Algunos comercios no las aceptan y los clientes tampoco las quieren. Además cada vez hay menos precios con centavos en su valor.
“No, centavos no aceptamos nada”, rechaza un quiosquero. “Ya no funcionan más esas”, aseguran en una verdulería. Aunque sigan en circulación, en la Ciudad de Buenos Aires ya casi ningún comercio acepta las monedas de menos de un peso. Lo que comenzó con las más chiquitas, de 1, 5 y 10, ahora llegó para las de 50 centavos. La explicación: los clientes no las quieren y es difícil depositarlas en el banco.
Contrario a lo que pasó con los billetes de circulación oficial, que ya comenzaron a recortar sus versiones de menor valor –de dos y de cinco pesos-, las monedas de menor valor siguen activas en la lista del Banco Central.
Como se puede consultar en el sitio oficial, figuran las de 1, 5, 10, 25 y 50 centavos, además de la de un peso, de dos pesos –cada vez, más utilizada-, de cinco pesos y de diez pesos.
La legislación no da lugar a dudas. Quien compra puede decidir cuál usar, pero el comerciante, no. “Las monedas emitidas con curso legal forzoso deben ser aceptadas como medio de pago en todo el territorio de la República Argentina”, establece el organismo.
No es novedad: eso no ocurre. Los precios se establecen cada vez más con números enteros o se redondean a la hora de cobrar en efectivo. Ya casi no hay nada por debajo de los 5 pesos en ningún quiosco.
En otra época, juntar muchas monedas con cambio chico y llevarlo al comercio amigo era una muestra de solidaridad. Hoy nadie quiere las moneditas. De diez comercios en CABA, solo uno aceptaba monedas de 50 centavos: “Es que estamos obligados porque siguen en circulación, pero no nos sirven, hay que depositarlas”, explicaron.
“No hay nada que salga centavos o que tenga un precio que incluya centavos, así que no necesitamos monedas de cambio chico”, cuenta el propietario de un quiosco de San Telmo a Clarín. «En algunos lugares te las toman por el valor del metal», asegura.
Por otra parte, explica el quiosquero, “la gente se enoja si le das una moneda de menos de un peso”. Por poner un ejemplo: “Antes, si no te quedaban monedas de uno, le ofrecías dos de 50 centavos. Hoy, el cliente te dice que no y que le redondees el precio para abajo”.
Venta por peso
La inflación ha hecho que la moneda dorada de 50 centavos valga menos de la mitad que el año pasado. Según el Indec, la inflación interanual fue en agosto del 51,4%. En términos de devaluación, 50 centavos de peso equivalen hoy a la mitad de un centavo de dólar a precio oficial.
«Se ha llegado a un punto en que la pérdida de valor de la moneda argentina es tan alto que las de $ 0,25 y $ 0,50 valen tres veces más por su peso y valor en cobre que por su valor nominal”, explicó Damián Di Pace de la Consultora Focus Market. En otras palabras: “Cuando el quiosco las acepta, pasa un chatarrero y se las paga $ 1,50”.
Esto quiere decir que el valor real de metal en cobre es muy superior al valor nominal del circulante como medio de cambio en el mercado. «Aún más, la monedas fundidas pueden hasta sextuplicar su valor como metal de cobre respecto de su nominalidad”, afirmó.
Por ejemplo, por una moneda de 50 centavos, el chatarrero le paga al quioquero $ 1,50: el quiosqueo ganó un peso. El chatarrero lo revende por $ 2,83 y se queda entonces con $ 1,33. A su vez, en el mercado internacional, eso se venderá a $ 5,65, con una ganancia de $2,82.
Por otra parte, para los consumidores sería impensado pagar los productos con monedas. Por ejemplo, un paquete de figuritas costaba $ 8 en 2017, por lo que se necesitaban 16 monedas de 50 centavos para comprarlas. En 2021, cuestan $ 60, por lo que se necesitan 120 monedas de 50 centavos.
Para los que se quedaron con alguna de 50 centavos en la billetera, las opciones son buscar locales que las acepten –los menos- o ir a depositarlas por caja al banco.
Para hacerlo, sin embargo, siguen vigentes las restricciones de la etapa más dura de la cuarentena. Tras más de 17 meses, los usuarios tienen que sacar un turno online.
Para el comerciante, ese es otro de los motivos que los desincentiva a aceptar monedas chicas. «En el banco es muy difícil ir a depositarlas», aseguraron a este diario en un supermercado chino. «No hay tiempo para eso, prefiero no recibirlas», dijeron en otro, en el que tampoco se aceptan medios electrónicos de pago.
«Para las personas es incómodo llevar las monedas, además de que con los billetes de 5 pesos por ahí vas al banco porque llegás a acumular 100 pesos en esos billetes. En cambio, con monedas, tenes que ir con una lata que pesa un kilo y medio para llegar a los 100 pesos. Nadie va a hacer ese trabajo», afirmó Di Pace.
Fuentes del Banco Central aseguraron que, “si algún comercio no acepta dinero de curso legal, se puede ir a Defensa del Consumidor o hacer la denuncia en el portal del Banco Central”.
El Once