No fue un accidente cualquiera. Para los dueños de la casa adonde en una fracción de segundos se incrustó una camioneta, se trató de una pesadilla y, a su vez, un milagro, ya que no hubo que lamentar víctimas personales.
En los primeros minutos de este martes, una camioneta Volkswagen Amarok, de color gris, patente LCK-949, siguió de largo en la esquina de Ricardo Rojas y Concejal Veiga en Concordia y se incrustó en una vivienda. Las imágenes son por demás elocuentes. Trozos de escombro terminaron encima del capot del vehículo, y las paredes de la casa destrozada.
El conductor de la Amarok fue identificado como Ramón Alberto Monzón. Con él, iban Javier Eduardo Gauto y Héctor Gustavo Zaragoza. Ni bien llegaron al lugar del hecho, minutos antes de la 1 de la madrugada, los efectivos de la policía detectaron que los tres tenían olor a alcohol.
El personal de la Central de Tránsito demoró en llegar y, mientras tanto, Monzón insultó y amenazó a los policías. Cuando finalmente los inspectores arribaron al lugar, pasadas las 2 de la madrugada, y le practicaron el test de alcoholemia, el resultado fue 1,5, cuando lo permitido es 0,5 gramos por litro.
Tras el test, Monzón, un activo afiliado y militante de la UOCRA a quien la Justicia condenó en su momento a prisión condicional por dos hechos de abuso y portación ilegítima de armas de fuego de uso civil, pasó de los improperios a las agresiones y debió ser sujetado por la policía.
La policía informó de la compleja situación el fiscal en turno, el Dr. Martín Núñez, quien ordenó la detención de Monzón por resistencia a la autoridad. Quedó alojado en la Alcaidía.