En noviembre de 2022, una acción articulada de la Justicia y la policía, permitió desarticular una banda que operaba en el extremo noroeste de Concordia. El operativo no pasó desapercibido. No sólo hubo varios allanamientos simultáneos sino que se apeló incluso a un helicóptero.
Aún así, a pesar del importante rastrillaje, el líder de la organización delictiva, Carlos “Cuartito” Cabaña, consiguió escapar. Pasaron las semanas y continuó prófugo, hasta este domingo 19 de febrero en que fue apresado en su mismísima casa, en Los Caburé y Las Palomas, del barrio Los Pájaros.
“Intentó irse por los fondos, pero estaba cercado”, resumió una fuente judicial, sin ocultar la satisfacción de la misión cumplida.
La orden judicial de detención de Cabaña data del 7 de noviembre de 2022, y forma parte de la causa caratulada “ASOCIACIÓN ILICITA Y OTROS” Legajo N° 4156/22. En el expediente, Cabaña figura como “desocupado”.
Tal como lo relatara un informe de El Entre Ríos publicado en noviembre último, la banda de los Cabaña tenía como una de sus múltiples actividades la usura, bajo una de sus peores modalidades. Prestaban a altísimos intereses sumas de dinero a gente muy pobre y desesperada, a quienes les retenían las tarjetas de planes sociales. En los allanamientos, encontraron más de un centenar de esos plásticos en poder de la organización.
“En muchas ocasiones -contó un policía a El Entre Ríos-, las víctimas no pagaban el ‘crédito’ o cambiaban el pin de la tarjeta, y es ahí cuando la banda arremetía violentamente contra toda la familia, con amenazas, lesiones, incendios de viviendas, baleados, generando terror y miedo. Muchos de los préstamos no superaban los 500 pesos, con los que inmediatamente sus ‘beneficiarios’ compraban una dosis de droga, a pocos metros del lugar”.
La “expansión” de los Cabaña en el extremo noroeste de Concordia se aprovechó también de mujeres solas con hijos. “Las aterrorizaban hasta lograr que abandonaran sus viviendas y las ocupaban con un familiar directo o con otro integrante de la banda”.
Como ya se ha vuelto común en muchos lugares del país y de Latinoamérica, el brazo armado de los Cabaña está integrado por menores, “soldaditos” que los siguen a cambio de dinero y sustancia.
Fuente: El Entre Ríos