El hombre asesinado y calcinado en Concordia fue ejecutado de rodillas en una casa allanada este lunes. Las pistas reconstruyen un homicidio con sello narco.
El homicidio de Daniel Pérez tiene muchos testigos, pero nadie hablará para no terminar igual que él. Por eso, los datos reunidos por los investigadores y las pruebas técnicas relevadas por la Policía científica van marcando el rumbo de la causa que lleva adelante el fiscal Martín Núñez, y que apunta a un crimen con sello narco. En la mañana de este lunes allanaron la vivienda hacia donde se dirigió la víctima, en la zona noroeste de Concordia, en un sector con fuerte presencia del narcotráfico. Allí encontraron evidencia irrefutable de un hecho sangriento.
Pérez desapareció en la noche del sábado y su cuerpo fue hallado calcinado por una mujer que revolvía los desperdicios de la ciudad en cercanías al basural del Abasto. Estaba tapado por maderas y a un costado había dos celulares envueltos en una tela. La autopsia arrojó que presentaba quemaduras en el 95 % del cuerpo, solo un pie no resultó afectado por el fuego. Además, corroboró que la muerte se produjo por un disparo de arma de fuego en la cabeza.
El estudio realizado por el médico forense determinó que la trayectoria del proyectil fue de atrás hacia adelante y de arriba hacia abajo. Es decir, una ejecución que se podría reconstruir con la víctima de rodillas y el asesino a su espalda. El plomo quedó alojado en la garganta, por lo que será sometido a una pericia balística.
Se pudo saber que la última persona (además de los autores del crimen) que vio a Pérez con vida fue una familiar que convivía con él, a quien el muchacho le dijo que se iba a la casa de un hombre conocido en calle Crisóstomo Gómez y Cortada 59. Algunas personas de la zona dijeron haber visto movimientos de varias personas en esa casa, hasta que en un momento reinó el silencio, llegó un auto que ingresó marcha atrás y luego se retiró.
La vivienda fue allanada a primera hora del lunes y ya se encontraba deshabitada. El dueño de casa, que lógicamente es el principal sospechoso, no estaba y por ahora no se sabe dónde se encuentra.
Lo primero que se observó fueron las huellas del auto. Adentro de la casa no había, a simple vista, rastros de una escena del crimen. Pero el trabajo con elementos científico técnicos permitió encontrar evidencias de manchas de sangre recién limpiadas y hasta una parte de la pared recientemente pintada. Todo parece indicar que en el comedor de esa casa se produjo la ejecución de Pérez. Luego, se cree que lo subieron al vehículo y lo trasladaron hacia el basural. En este sitio también encontraron huellas del auto sobre el pasto alto, así como de pisadas y de arrastre del cuerpo.
También fue allanada la casa del padre del sospechoso, un hombre que hace muchos años trabaja en una radio FM local, así como se requisó el auto que se encontraba allí, un VW Gol, que fue secuestrado.
El fiscal Núñez ha solicitado una gran cantidad de pericias científicas, de laboratorio y telefónicas, entre otras, para avanzar hacia el esclarecimiento del brutal asesinato.
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