Por varias razones, fue una audiencia atípica la de este lunes, una de las últimas del debate oral y público correspondiente a la causa Los Charrúas.
Tras un primer tramo sin mayores novedades, que tuvo por protagonista al empresario de la construcción Ramón José Segovia, le siguió una segunda parte intensa, en la que hizo uso de la palabra en carácter de imputado Julio César Larrocca, exasesor letrado de la Municipalidad de Los Charrúas.
El titular de la Liga Concordiense de Fútbol, imputado como presunto partícipe del delito de “peculado” y “falsedad ideológica”, comenzó hilvanando una pieza oratoria en la que se presentó como un defensor cabal de la “verdad objetiva”, a la par que como una víctima de una injusta “demonización”, que atribuyó al Ministerio Publico Fiscal. Pero el poder de convicción del que hizo gala entró en crisis cuando llegó el momento de responder preguntas del Fiscal José Arias y del abogado Rafael Briceño, defensor del tercer imputado, Alexandre Doubña.
– ¿Cómo es el procedimiento de selección en el cotejo de precios para hacer las obras? -le preguntó José Arias, sin que en principio se entendiera por qué introducía esa cuestión en el debate.
– En primer lugar -explicó Larrocca, dando cuenta de sus conocimientos sobre el asunto-, el procedimiento surge de la Ley 10.027 y modificatorias. Ahí tenemos los distintos sistemas de contratación: contratación directa, concurso de precios, licitación privada y licitación pública. Y todo ese procedimiento, hablo en general, lo lleva a cabo la Secretaría de Hacienda municipal. Y dentro de ese procedimiento, en concurso, licitaciones privadas y públicas, se conforma una comisión evaluadora y esa comisión es la que adjudica. Ese es el procedimiento concreto.
– ¿Y quiénes integran esa comisión?, -volvió a preguntar Arias.
– ¡Qué se yo quiénes la integraban en esta obra! La verdad, no lo recuerdo. Yo no la integraba., -dijo, sin titubeos.
Arias insistió, como dándole la posibilidad de revisar su respuesta:
-El asesor letrado, ¿en algún momento integró la comisión?
– No, porque… Haber, la comisión evalúa básicamente las capacidades técnicas y la capacidad de contratación de la empresa, no otra cosa, -insistió Larrocca.
Entonces, el Fiscal José Arias pidió permiso al Tribunal para exhibir al imputado el expediente del cotejo de precios. Papeles en mano, las partes se arrimaron al estrado. Lo que siguió luego fue especialmente duro. Arias puso frente a la vista la documentación del cotejo de precios, en especial el dictamen de la Comisión Evaluadora, donde consta la firma de Julio Larrocca, a pesar de que instantes antes había negado taxativamente haber integrado tal comisión.
– Sí, sí, esta es mi firma. Esta es mi firma, -admitió, sin levantar la voz.
– ¿Ahora recuerda haber participado?, le dijo Arias.
– Sí.
– ¿Recuerda qué se dictaminó?
– No.
– ¿Reconoce entonces que usted intervino?
– Intervine en la comisión evaluadora. Pero una cosa es el concurso de precios y otra la evaluación técnica. Sí, pero intervine, sí, está mi firma.
– Acá dice que se consideró la de Segovia como la más conveniente a los intereses municipales, en razón de ser la empresa con mayores antecedentes en la construcción de obras, por ser la oferta más baja. ¿Evaluaron todo eso?
– ¿Pero esas son cuestiones técnicas o legales? -replicó Larrocca.
– ¿Evaluaron todo eso?, insistió Arias.
– No, no, pero ¿son cuestiones técnicas o legales? Pregunte a todos estos que estaban acá (señala a los demás firmantes). Yo estoy como imputado y todos los demás como nada.
– ¿Esto tiene algo que ver con lo que (Alcides) Besel le escribió a (Alexandre) Doubña en un chat, diciendo que pesó más la opinión del doctor (por Larrocca, para seleccionar la empresa de Segovia)? ¿Esa afirmación de Besel tiene que ver con su participación en la comisión evaluadora?
Antes que Larrocca contestara, intervino su abogado, Jorge Romero, oponiéndose a que se utilizara la declaración de Besel. Pero le salió al cruce Rafael Briceño. El tribunal le dio la razón a este último, y la pregunta de Arias siguió en pie. Pero Larrocca se limitó a responder que no sabía si a eso había aludido Besel.
”Parecería que el único rápido, astuto, vivo, soy yo”
Tras el interrogatorio de Arias, Romero, con el claro propósito de ayudar a su defendido, le pidió a Larrocca que aclarase qué quiso decir cuando, en conversación telefónica con su esposa, contó que en algún momento le había pedido a Doubña que apurara las certificaciones de obra para que viniera la plata.
“Todos los problemas comienzan cuando no viene la plata en tiempo y forma. Entonces, de pronto, me encontraba a la entrada, a la salida o en los pasillos de la municipalidad con Doubña y le decía “apurá”, porque también el intendente así lo pedía… Vuelvo a insistir, acá hay una orgánica y la cabeza es el intendente, no soy yo. Porque si no, parecería que el único rápido, astuto, vivo, soy yo. Lo mismo pasa cuando me preguntan si es mi firma en la Comisión Evaluadora. ¿Cómo no voy a reconocer, si es mi firma? Pero de la misma manera que yo estoy acá porque era la firma mía, otros integrantes deberían haber estado acá en las mismas condiciones que yo. Pero no, porque no se llamaban Julio Larrocca. Pero en ningún momento yo lo insté a certificar algo que no estaba, es falso, nunca lo hice, nunca lo hice. ¿Hemos tenido conversaciones? Sí, pero nunca hice eso concretamente”.
“Rubiecito”, “pendejo”, las palabras que Larrocca no recordó haber usado
Entonces llegó el turno para las preguntas de Rafael Briceño:
-¿Estaba entre sus funciones como asesor externo la de interpelar a Doubña en los términos que refirió, para apurar la certificación?
– Yo no interpelé a nadie, -contratacó-. Esa es una afirmación suya. Mi función era asesorar legalmente y a veces coadyuvar a buscar las soluciones diarias en la Municipalidad. Nada más.
-¿A quién se refieren en las conversaciones cuando hablan del gurisito, el pibe, el chico, el nene, el rubiecito?
– Yo no digo gurí. No hay ninguna donde diga “guricito”. A ver, de mí parte, eso es falso.
-¿Y la palabra “rubiecito”?
-Es probable. No recuerdo. Por otra parte, no voy a estar… no voy a hacer mención a cosas que no reconozco como pruebas, tanto el chat de Facebook como sus consecuencias, que fueron las escuchas.
-¿Utiliza el término “pendejo” para referirse a Doubña?
-No recuerdo.
-¿Cómo que no se acuerda?
-No me acuerdo.
-¿Esa es una contestación?
-Y es que he dicho tantas cosas…
“Estoy defraudado por la actuación de la Fiscalía”
Al comenzar su exposición, mucho antes de que las preguntas lo descolocaran, Larrocca dijo sentirse “defraudado” por la actuación del Fiscal José Arias, porque no fue “en busca de la verdad objetiva”.
Trajo luego a colación que durante la ronda de testigos surgió un dato nuevo: que la municipalidad de Los Charrúas, en 2016, en la gestión siguiente a la de Rubén Chaparro, recibió casi 300 mil pesos correspondientes a las obras investigadas. Y disparó: “A mí se me acusa de peculado, pero la plata aún no había llegado. ¿Dónde está el perjuicio al municipio?”. En esa misma línea argumental, agregó: “Y nos enteramos que la obra fue terminada en 2020 y 2021 con fondos del ENOHSA, el mismo organismo que había enviado los recursos a la municipalidad”.
Insistió en que su papel en la comuna era de asesor legal externo, que sólo iba algunos días a la semana y que nunca se lo consultó sobre las obras investigadas. Es más, volvió a denunciar que en el primer año de la investigación su nombre no aparecía en el expediente judicial y que recién se lo imputó en base a “prueba preconstituida”, en alusión al chat de Facebook aportado por Doubña, en el que el exintendente Rubén Chaparro le atribuía a Larrocca haber sido uno de los artífices de la maniobra para falsear certificaciones de las obras de cloacas y cordón cuneta.
“No es cuestión que los caños estaban achatados sino del derecho al honor de las personas”, dijo más adelante, frase que le sirvió para denunciar haber sido víctima de una demonización, basada en un “silogismo”. Porque, agregó, “ninguna de las pruebas ofrecidas denota mínimamente que sea partícipe necesario, aún analizando las 79 escuchas, algunas con clientes míos”.
Al aludir a las grabaciones de las conversaciones telefónicas con sus clientes, alzando la voz, cuestionó la voz la pasividad del “Colegio de Abogados”, al que le reprochó no haber reaccionado ante tal atropello.
“Ser humano, profesional y padre”
“Se han dicho tantas cosas -agregó-, pero detrás del imputado hay un ser humano, un profesional y un padre. No tendría problemas en firmar un abreviado si fuera responsable de algo. Pero no soy responsable de nada y tengo la entereza de soportarlo todo porque soy abogado, que ejerce la matrícula hace más de 30 años, que nunca estuvo ausente ante los pedidos de la Justicia”.
En otro tramo, Larrocca dijo no tener palabras para calificar la situación que le tocó vivir cuando el Ministerio Público Fiscal llegó a pedir para él la prisión preventiva, en relación a la respuesta a un oficio enviado a la Municipalidad de Ayuí.
El titular de la Liga Concordiense de Fútbol dijo ser “absolutamente inocente” y negó tajantemente haber sido partícipe de delito alguno. “La obra está terminada, no hubo rescisión, no hubo ejecución del seguro de caución y tenemos 290.000 pesos en depósito”, dijo, insistiendo en que, a su entender, no hubo peculado ni perjuicio alguno al erario público.
Las explicaciones de Segovia
Munido de carpetas voluminosas, a las que hojeaba para hallar la documentación respaldatoria, el constructor Ramón Segovia procuró historiar cómo habían sido gestionadas las obras de cloacas y cordón cuneta que le fueran adjudicadas en el año 2013 por la Municipalidad de Los Charrúas.
Respecto del modo en que fue seleccionado, por momentos habló de licitación, para luego aludir a cotejo de precios. Como al pasar, dijo que del mencionado cotejo participaron cuatro empresas, evitando referencia alguna a las pruebas exhibidas durante el debate oral sobre presuntas firmas falsificadas de oferentes que no habrían existido.
Lo medular de su exposición pasó por denunciar los incumplimientos del Estado en los pagos que debía efectivizar, y en la falta de re determinaciones de costos, consecuencia de una modalidad de contratación denominada “ajuste alzado absoluto”, que prohibía actualizaciones de precios.
Segovia aseguró que esa forma de contratar es apropiada para obras con plazo de ejecución breve, que en tres meses deben estar terminadas, y la constructora renuncia a cualquier reclamo de ajustes de costos.
Dio a entender que, en el caso de las obras bajo investigación, las demoras en los pagos y la desactualización de los valores complicó la ejecución. “El Estado es grande, poderoso, absoluto. Ser proveedor del Estado es un orgullo. Siempre va a haber obras y trabajo. El problema del Estado es la plata”, dijo Segovia.
Aseguró que los plazos contractuales habían vencido y que, en esos casos, se busca una solución armoniosa. “Seguimos con las obras esperando redefiniciones”, pero “hubo un desorden administrativo”, dijo. “No sé cómo hicimos un 55%”, deslizó luego y agregó que la empresa debió maniobrar “como gato panza arriba para sostenerse”.
En otro pasaje de su alocución, Segovia se preocupó por enfatizar que siempre obró de “buena fe” y que no hubo ni “estafa” ni “contubernios”, como se dijera en algunos medios.
Sobre el cierre, el reproche de Doubña a Fiscalía
Los últimos minutos de la audiencia, que culminó cerca de las 14, incluyeron una sorpresa: Alexandre Doubña hizo nuevamente uso de la palabra.
El joven maestro mayor de obra, que ha admitido su participación en la confección de las certificaciones de obra falsas, bajo la presión de que corría riesgo la continuidad de su contrato con la Municipalidad, reclamó al Ministerio Público Fiscal que no hayan sido imputadas otras dos personas del equipo de gobierno de aquellos años en Los Charrúas.
Específicamente, apunto a quien se desempeñaba como Secretaria de Hacienda, Rosana Grigolatto, y a quien aún hoy continúa siendo contador de la comuna, Marcelo Riveras.
Fuente: El Entre Ríos