La situación que atraviesan los citricultores de limones en la vecina provincia de Corrientes pareciera haberse convertido en una tormenta perfecta. En plena campaña cosechera, la guerra en Ucrania por la invasión rusa llevó a una falta de demanda de la industria local y ahora se sumó que el desabastecimiento de gasoil incrementa el costo de los fletes y profundiza un panorama productivo “más angustiante”.
En la llamada cuenca del Paraná, en particular en el departamento de Bella Vista, con unas 4500 hectáreas de plantaciones, algunos de los más de 70 productores ya comenzaron a cosechar y a tirar la fruta en los bajos de los campos. En esta zona, el 90% de la producción es limón y en este tiempo se cosecha para industria.
“Nuestra producción madura toda de golpe. Normalmente, para la campaña para industria en el lapso de tres meses (mayo, junio y julio) cosechamos unas 40 mil toneladas de fruta. Nuestros cálculos nos dicen que van a quedar 25 mil en el suelo: esto es alarmante”, explicó Oscar Barbera, secretario de la Asociación de Citricultores de Bella Vista.
Según comentó, antes en la región había tres industrias pero este año solo abrió una, que no puede absorber toda la producción de la zona. “Ahora acá, hay una sola planta que nos paga $5 el kilo de fruta. Nosotros tenemos un costo de $4 entre cosecha y flete, o sea que nos queda un peso por kilo. Pero cuando queremos enviar a otras fábricas de Monte Caseros, Chajarí o Concordia (provincia de Entre Ríos), ese costo se eleva a $6, por lo que no nos conviene porque perdemos plata haciéndolo. El año pasado nos pagaban $9 y con esta inflación es muy difícil continuar”, remarcó.
Aun así, señaló que los productores deben sacar la fruta sí o sí de la planta porque “si no se estresa y al año siguiente no produce como debiera”.
Para Barbera, si no habría inconvenientes con el abastecimiento de gasoil el problema de la poca demanda se repararía: “Estamos complicados. Antes teníamos posibilidad de llevar la fruta a procesar a otro lado pero con el tema del gasoil, su escasez y los sobreprecios nos sale más caro el flete de que lo pagan la fruta”.
“Hay que entender que tampoco tenemos combustible para el movimiento interno y trasladar la producción de las quintas a los galpones”, agregó.
Fuente: La Nación – elentrerios.com