Concordienses que trabajan sobre la Autovía Artigas reclaman soluciones

autos en autovia La determinación del gobierno municipal de permitir un sólo ingreso a la ciudad de Concordia, por el acceso de la ruta Nacional 015, fue una de las medidas más eficientes para el control de desplazamientos hacia dentro y fuera del ejido urbano, y ha servido para mantener a la población en un estado de aislamiento efectivo. Sin embargo, dicha disposición ha empeorado la vida de muchos que desempeñan sus labores en las zonas aledañas a la Autovía 14 y los accesos sur y centro de la ciudad.

Algunos de ellos hablaron para explicar la situación dificultosa que atraviesan y piden alguna medida que los contemple para poder tener acceso hasta sus trabajos sin tener que dar toda una vuelta que nunca se sabe cuánto tiempo puede llevar.

Tanto las autoridades políticas como funcionarios policiales no han ahorrado elogios para destacar las bondades de la medida a pesar de las incomodidades que genera esta orden del ejecutivo local, que desde el inicio despertó el pataleo de intendentes de distritos vecinos y, ahora también, suma el reclamo de trabajadores que realizan actividades de rubros exceptuados a las medidas restrictivas y que deben realizar todo un periplo entre sus hogares y el trabajo.

Hoy, un importante número de personas optan por llegar hasta cercanías de los accesos inhabilitados, dejar los vehículos en las banquinas y caminar centenares de metros, incluso kilómetros, hasta sus lugares de trabajo, exponiéndose a los peligros de accidentes viales y la inseguridad delincuencial.

En vista al gran desarrollo comercial de la zona, un importante número de trabajadores oriundos de Concordia se trasladan día a día por ese trecho del corredor nacional comprendido entre la ruta 015 y el puesto de peaje. Desde que se implementó la medida de dejar un sólo acceso y egreso a la ciudad la -ya de por sí larga- travesía de ir a trabajar hasta la autovía Artigas se ha trasformado en un calvario de tiempo, distancia e incertidumbre para cumplir con los horarios laborales y después volver al hogar.

La situación ha llevado a que muchos trabajadores se trasladen hasta inmediaciones de la autovía Artigas y dejen sus autos en la banquina de la ruta, en cercanías de los accesos cerrados al paso, para luego, desde allí, trasladarse a pie hacia sus trabajos. El intento de un camino más directo tiene como contrapartida los riesgos de moverse por la vera de la ruta y la inseguridad delincuencial a la que pueden estar sujetos tanto las personas como los automóviles. Delincuencia que -según afirman los consultados- se ha hecho más frecuente en la zona.

Empleados de empresas como los empaques Cocico y Petelín, las concesionarias de autos Volkswagen, Toyota, Mercedes Benz, el vivero Columnatti, las estaciones de servicios Oil, Shell del km 250, YPF km248, Axion km 247, y la estación de GNC “Corredor 14”, son sólo algunos de los tantos que se han visto complicados por esta medida de dejar un solo camino hacia la ciudad.

“Trabajamos por este lado, y se nos hace dificultoso dar toda la vuelta, dejamos los vehículos ahí en la ruta, lo más cerca que podemos y seguimos caminando hasta el trabajo”, cuenta Oscar, un playero de una las numerosas estaciones de servicio apostadas en esa zona a orillas de la autovía. “Cuando tenemos que dar toda la vuelta para el lado del norte nosotros no sabemos a qué hora vamos a llegar al trabajo o volver a nuestras casas. Nunca sabemos si vamos a poder pasar, más o menos, rápido o vamos a estar haciendo la fila un largo rato. Hay gente que labura en las estaciones de servicio del cruce de la 22 y la 14, que vive en la zona del Parque Ferré y tiene que dar toda la vuelta para ir y para volver.”

Ezequiel es empleado de un almacén de ramos generales sobre la autovía y explica que “lo que estamos pidiendo es una solución para los concordienses que laburamos en esta zona. En la intersección de la “Y griega” hay un personal policial de control -como de seis personas- que no cumplen ninguna otra función que hacer señas para que sigas circulando. Ellos podrían controlar a quienes nos movemos diariamente yendo y viniendo de la ciudad a la ruta. Se lo hemos planteado a quienes están en los controles de la 015: ¿por qué no destinan personal para habilitar otro cruce? Al menos, para los que vamos al trabajo. Dicen que no tienen personal, parece una tomada de pelo. Lo que pedimos es que nos habiliten con un permiso especial para poder tener un acceso más directo y para volver a casa más rápido. Nada más.”

“Además, estamos corriendo el riesgo de que nos roben y nos dañen los vehículos. Ya han pasado cosas. El otro día un muchacho cuando fue a buscar el auto le faltaba una rueda”, se lamenta Oscar.

Diario Junio

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