Una muy mala temporada

naranjas«Intentamos mantener los 4 millones de cajas del año pasado pero no vamos a llegar», admiten los exportadores. En sus mejores años, el sector vendía 14 millones. Preocupa que la desfinanciación afecte el cuidado de las quintas.

La temporada citrícola 2016 se termina y el desafío de los exportadores pasa por cuidar las plantas, esperanzados en que en el 2017 haya nuevos mercados para abastecer.

«Lo único que queremos nosotros es poder restablecer nuestra rentabilidad, bajar el costo enorme que tenemos y, sobre todo, poder cuidar nuestras quintas, porque si abrimos mercados y no tenemos la fruta en condiciones es lo mismo que no hacer nada. Vamos a hacer un papelón, porque además te cierran los mercados si no cumplís con las exigencias», explicó Mariano Caprarulo, Director Ejecutivo de la Cámara de Exportadores de Citrus del NEA.

Caprarulo precisó que «la temporada para algunos ya ha terminado. Los que no están exportando naranja Valencia Late, ya cerraron sus puertas con las últimas mandarinas. Algunos empaques están trabajando unos días más por una cuestión accidental: Rusia le cerró las puertas a Egipto y permitió que nosotros pudiéramos entrar con algo de naranja. Aunque no es bueno el precio, sirve para dar un poco más de continuidad a nuestra gente».

«Ahora viene el problema de que hay que cuidar las quintas y poner las frutas en condiciones para el año que viene y estamos totalmente desfinanciados», disparó.

Caprarulo tuvo palabras de elogios para un funcionario nacional que se comprometió a gestionar una salida para el sector. «Tuvimos un diálogo con el Director de Fruticultura de la Nación, Juan Machera, que representa al Ministro de Agro Industria Ricardo Buryaile. Vino a visitarnos a la Cámara de Exportadores. Estuvo muy gentil. Es un hombre joven, que viene de la actividad privada, de la pera y la manzana, y que conoce de las economías regionales, que es muy importante».

«A veces debo ser crítico, decir cosas que son verdad y que no caen de la mejor forma, así como ahora tengo que decir que el gobierno nacional se movió muy bien y el gobierno provincial también para algunas cuestiones de apertura de mercados», admitió el titular de la CECNEA.

En ese contexto, reiteró que es vital para la citricultura que el desfinanciamiento no comprometa el cuidado de las quintas. «Si abrimos mercados y no tenemos la fruta en condiciones, es lo mismo que no hacer nada. Vamos a hacer un papelón», advirtió.

Caprarulo explicó que «si no se trabaja bien en las quintas para producir calidad, no se puede figurar en el mapa mundial. Son estándar de calidad y sanidad altos, muy restrictivos, especialmente en la Unión Europea. Ahora me tengo que ir de viaje por ese tema, como vicepresidente de la Federación Argentina de Cítricos y hay que ir a hablar con la Comisión de la UE, explicar lo que se está haciendo, rendir examen todos los años».

Caída: De 14 millones a sólo 4

El balance de la temporada que finaliza, en especial si se lo compara con los mejores años del sector, evidencia una declinación notoria.

«En los mejores años, llegamos a exportar entre 12 y 14 millones de cajas. Hoy estamos cerca de 4 millones», precisan desde la CECNEA.

El impacto se siente en la ocupación de personal: «El sector ocupa por temporada 15000 personas y podrían ser más. En su momento, llegamos a trabajar tres turnos y hoy no salimos de un turno», recordó Caprarulo.

– ¿Qué pasa con la gente al terminar la temporada?

– Sobre todo las mujeres, aunque también algunos hombres, trabajan un tiempo en el arándano, porque se complementa con el citrus. Ahora cobran el fin de zafra, que es como una especie de aguinaldo, y la liquidación final anual. Si las cosas anduvieran bien, ya en febrero podemos volver a llamarlos, pero si está complicada como ahora, se lo termina llamando en abril o el 2 de mayo cuando es la zafra obligatoria.

Fuente: El Entre Ríos

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