Se había conocido la noticia de que los funcionarios del gobierno provincial habían puesto su renuncia a consideración del gobernador Gustavo Bordet. En esa línea, se confirmó este jueves que la primera de las renuncias aceptadas por parte del primer mandatario provincial fue la del polémico José Luis Panozzo. El chajariense renunció a la titularidad del Consejo General de Educación (CGE) tras haber sostenido un conflicto irresuelto desde el inicio de su gestión con los trabajadores docentes. Chicanas, ataques y persecusión fueron las principales características de su presidencia al frente del CGE.
La renuncia había sido parte de las exigencias de la lucha docente desde sus inicios. La última decisión política de Panozzo había sido la instalación del control facial a los docentes, medida de altos costos que no solucionaba ningún problema de fondo. Aún no se conoce el reemplazo. Por JCB de ANALISIS DIGITAL
Pasaron casi tres años de gestión del gobernador Gustavo Bordet con José Luis Panozzo al frente del organismo educativo. El exintendente de Chajarí -denunciado por irregularidades durante su gestión- supo ser docente e incluso dirigente de AGMER. Sin embargo, de un tiempo a esta parte formaba parte del oficialismo provincial y eso lo colocó en la presidencia del CGE.
Durante su gestión al frente de la entidad educativa, el dialogo con los docentes prácticamente no existió. Todo lo contrario, Panozzo cosechó las críticas de los dirigentes gremiales y los trabajadores de la educación desde un principio. Cada intervención pública del ahora extitular del CGE sirvió para provocar aún más enojo en los docentes.
Chicanas, ataques y persecución a los trabajadores fueron las principales características de su gestión de casi tres años. Panozzo responsabilizó de manera constante a los docentes por los problemas de la educación pública. Criticó y castigó con descuentos los días de paro, adhirió sin oposición a los programas educativos del gobierno de Mauricio Macri -con capacitaciones en el medio-, atacó a los directivos de las escuelas por los errores de la tercerización de la liquidaciones del salario, entre otros.
Panozzo será recordado como el presidente del CGE que debió soportar la toma de parte del edificio del CGE durante más de diez días. Más precisamente, los docentes de AGMER Paraná tomaron el hall del organismo educativo durante el primer semestre de este año. «Panozzo no ha venido nunca a este edificio desde que estamos acá», había dicho un docente durante la toma.
El chajariense sostuvo el conflicto desde el discurso desde un principio, violentando cualquier posibilidad de dialogo para que el mismo sea resuelto. Lejos de tender los puentes, lo dinamitó. Es por esto que cada movilización docente que se realizó en nuestra provincia y más precisamente en Paraná, llevó el reclamo de la renuncia de Panozzo al gobernador Bordet.
Incluso durante su primer año de gestión se incendió el salón de actos de la Escuela Rivadavia. Esto ocurrió a pesar de las advertencias de los padres de la Asociación Cooperadora y el gremio capitalino desde donde se acompañó la lucha de la comunidad educativa y se denunció que la escuela tenía serios problemas edilicios. Sobre dicho incendio nunca se comprobó las responsabilidades y se adujo que «fue una llama libre». Sin embargo, para los integrantes de dicha comunidad no había dudas: el problema había sido la ausencia del Estado en la educación pública.
El primer mandatario resistió ante el reclamo docente y sostuvo a Panozzo en su cargo. Debió pasar una dura derrota electoral del justicialismo para que le acepte la renuncia. «Muchos docentes votaron a Cambiemos porque se cansaron de cobrar mal sus salarios y del maltrato de los funcionarios de Educación», explicó una dirigente gremial tras conocerse la renuncia de Panozzo.
Las malas liquidaciones -negadas durante gran parte de la gestión provincial- fueron las protagonistas cada comienzo de mes desde diciembre del 2016. Hubo meses donde algunos docentes no cobraron ni un sólo peso. Incluso algunos casos llegaron a la Justicia consiguiendo fallos favorables. El CGE que pretendió desligarse de su responsabilidad de liquidar los sueldos, tuvo que hacerse cargo ante la Justicia.
Además, lo que ya es una habitual política del justicialismo provincial, Panozzo descontó cada día de paro, sin respetar el derecho a huelga garantizado por la Constitución Nacional.
Su última iniciativa fue el control facial en las escuelas. Una medida de alto costo y poco impacto real sobre la solución de los problemas educativos. De hecho, de inaplicabilidad fáctica a la hora de evaluar las condiciones de las escuelas entrerrianas. Para argumentar la política, Panozzo señaló a los docentes responsables de los problemas en las malas liquidaciones y con un uso «desmedido» de las licencias, otro derecho laboral garantizado por ley.
Es el final de Panozzo al frente del CGE y corrió mucha agua bajo el puente de su gestión. Es una decisión que se celebra en el ámbito gremial y en la mayoría de los trabajadores de la educación, por el constante maltrato del chajariense y ahora extitular del CGE.
Análisis Digital