Mientras la política entrerriana discute hipotéticos caminos que conducirían, en un futuro indeterminado, a una tarifa eléctrica diferenciada para la región de Salto Grande, la realidad -en especial el gobierno nacional- avanza de manera arrolladora en dirección opuesta: los aumentos se suceden unos tras otros y parecieran superar la capacidad de asombro –y en muchos casos la capacidad de pago- de los usuarios.
La energía que los entrerrianos están consumiendo en este mes de junio deberá abonarse con las facturas que vencerán en agosto a un precio que será –como mínimo- 90% más elevado que en la boleta anterior, para el caso de los usuarios de ingresos medios. O sea, el nivel 3. Y puede que en no pocos casos, dependiendo de los consumos, los incrementos superen ampliamente el 100%.
Un ejemplo, extraído de un cuadro divulgado por la Cooperativa Eléctrica de Concordia permite dimensionar el impacto. Sumando energía e impuestos, para un consumo de 250 kilovatios/hora mensual de un usuario del Nivel 3, en el vencimiento de julio el precio es de $ 17.925,66. Ese importe se transforma en $ 35.254 en la factura que vence en agosto.
¿Por qué semejante aumento, que viene a sumarse a todos los incrementos anteriores? Las causas, explican desde la Cooperativa Eléctrica de la capital del citrus, hay que buscarlas en una combinación de varios factores.
El primer factor es una modificación en el precio estacional de la energía, determinado por la Secretaría de Energía de la Nación. El aumento dispuesto fue del 68%. Pero eso no es todo.
Para el caso puntual del nivel 1, ese es el principal y único cambio. Se trata de una franja de usuarios que sigue sin subsidios, por lo que el nuevo valor se le aplica en forma plena. Y no debe olvidarse que en igual situación quedan comercios, industrias, servicios e instituciones, equiparadas al nivel 1.
En cambio, en los niveles 2 (menores ingresos) y 3 (ingresos medios), hay un verdadero «coctel» de modificaciones, que se conjugan para que el tarifazo resulte aún mucho más grave.
Un cambio clave es en los topes de consumo. Hasta ahora, para el Nivel 2, de menores recursos, no había tope. Es decir, consumieran lo que consumieran, se les aplicaba la tarifa subsidiada. En el Nivel 3 se subsidiaba hasta los primeros 400 kilovatios y, a partir del 401, se pagaba la tarifa sin subsidios. Ambas cosas cambian a partir de ahora.
En el nivel 2, se subsidiará hasta el 71,92% del valor de la tarifa, sólo en los primeros 350 kilovatios/hora por mes. O sea, quienes antes estaban totalmente subsidiados, de aquí en más lo estarán sólo en ese porcentaje y hasta ese tope de consumo. Si sobrepasan ese techo, el consumo extra será facturado al precio real sin subsidio alguno.
En el nivel 3 (ingresos medios), el subsidio será del 55,94% del precio total y el límite de consumo subsidiado baja de 400 a 250 kilovatios/hora por mes. O sea, desde el kilovatio 251 en adelante, los usuarios del nivel 3 pagan la tarifa sin subsidios, igual que el nivel 1.
Hay otro cambio significativo para los usuarios de Nivel 2. Muchos de ellos (casi la mitad de los 12000 que hay en Concordia), cuando comenzó la segmentación en el año 2022, tenían tarifa social y su incorporación al nivel 2 fue automático, sin que llenaran el formulario. Pero la nueva normativa les da tiempo hasta el 31 de julio para llenar el formulario y quedar en nivel 2 o, quizás, ser reubicados en el 3. Y si no hacen el formulario, pasarán automáticamente a nivel 1 y deberán pagar la energía sin subsidio.
Fuente: El Entre Ríos