Este viernes, luego de la trepada del dólar, que pasó de $ 34 a $ 40 hasta luego retroceder un poco a $ 38 al final de la jornada, Diego Lago, presidente del CICS (Centro de Industria, Comercio y Servicios) de Concordia, indicó que los precios fueron remarcados en el comercio minorista en una proporción que va del 15 al 20 %. Además, mencionó que el incremento se produce en medio de una fuerte recesión por falta de ventas. Por ello, dijo que los negocios que subsistían con poco o ningún margen seguramente cerrarán sus puertas en el próximo mes. “Es el comienzo del final lamentablemente”, indicó.
“La situación es muy complicada dado que los proveedores acortan el plazo de pago considerablemente. Lago explicó que, en su rubro, la venta y colocación de equipos nuevos, que tenían una financiación de 0, 30 y 60 días los proveedores redujeron a 15 días el plazo y subieron un 15 % los precios.
“Después tenés un amplio sector de los proveedores que no pasaron la suba de precios que no están vendiendo ni están entregando mercadería”, señaló. Y a ello se añade la situación de quienes habían hecho pedidos y los habían abonado, pero no les entregan la mercadería pagada. “Les dijeron que no se la van a entregar; que le van a devolver la seña y los valores”, dijo.
Lago sostuvo que, en su negocio ayer a la tarde tenía los resúmenes de cuenta de todos sus clientes realizados. “Lo termine ayer a la mañana. Imagínate que toda esa mercadería a la tarde vale un 15 % más. Cuando me junte con la cobranza para recuperar parte de esa mercadería no la voy a reponer. Me está faltando un 15 %”, explicó.
“Realmente es una situación muy grave”, dijo. El titular de la entidad intermedia recordó que el sector comercial no viene de una “panacea” precisamente. “Venimos de una situación terrible”, indicó. “Creo que esto es el comienzo del final porque hay negocios que vienen subsistiendo o no llegaban a subsistir con el día a día y ya ahora con esto es como cerrar la puerta. No quiero ser drástico, pero en los próximos 15 o 20 o 30 días van a cerrar muchos, pero muchos comercios en Concordia”, sostuvo.
“Tampoco sé cómo vamos a hacer para vivir porque acá somos todos iguales. Estamos hablando de cómo va a afectar el comercio pero somos todos individuos que vivimos en Concordia, que consumimos en Concordia y que pagamos nuestros tributos en Concordia. Hacemos a que la ciudad funcione y nos vamos a ver resentidos todos, mucho más de lo que ya estábamos”, dijo.
“Es una situación grave, volvimos al año 2001, 2002 pero con una incertidumbre total. Veníamos de meses totalmente parados y esto directamente no puede continuar porque si tus proveedores no te dan precio para comprar o no te entregan mercadería”, indicó.
“Acá la luz al final del túnel no se ve. Está muy, muy oscuro. No ves una herramienta que haga que esto cambie. Desde mi punto de vista personal no la veo. Uno por ahí lee que hay un montón de apreciaciones, que hay gente que dice que esto es el camino indicado y que es lo que va a hacer que el año que viene estemos mejor. Pero mientras tanto ¿Qué hacemos? Hay un pueblo que se va a prender fuego; que no sabe qué hacer; que no puede vivir el día a día, no pueden comprar los útiles a los chicos no puede comprarle la ropa, se les dificulta hasta el comprar el alimento; no puede pagar la tarjeta de crédito; no puede pagar la luz; no puede pagar el gas. No hay ningún tipo de solución de nada”, acotó.
Diario Junio