En 10 días llovió lo que llueve en todo septiembre

inundaciones El dato es para las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos. Lo que viene será un exceso: «el patrón húmedo va a seguir instalado», anticipó un especialista. ¿Cómo afecta en el área productiva?

El drama de las inundaciones en Buenos Aires y La Pampa parece no tener fin. Después de las abundantes lluvias que castigaron la zona durante el fin de semana, con precipitaciones de entre 50 y más de 100 milímetros, al menos otros dos millones de hectáreas quedaron afectados.

El fenómeno climático pone en riesgo el trigo ya sembrado y el comienzo de la campaña de granos gruesos que se inicia con el maíz, ahora postergado. El daño abarca 10 millones de hectáreas, entre inundadas y anegadas o con problemas de piso para producir.

Lluvias sin piedad

En este escenario, por el agravamiento de los excesos hídricos, hay 1,19 millones de hectáreas que quedarían fuera de la campaña 2017/2018, lo que representaría pérdidas por unos US$ 1138,5 millones.

Para desgracia de los productores, las lluvias no tuvieron piedad con las regiones que ya estaban complicadas. En Bolívar, por ejemplo, las lluvias fueron de 30 a 160 milímetros, y hubo 80 milímetros en Daireaux, 70 en Henderson, 100 en Carlos Casares y de 45 a 80 milímetros en General Villegas, una región donde había empezado a bajar algo el agua, pero que otra vez quedó comprometida.

También hubo elevados registros en el norte de La Pampa, como los 72 milímetros en Embajador Martini, 80 milímetros en Arata y 65 milímetros en Eduardo Castex. En esa provincia, según el gobierno pampeano, son dos millones las hectáreas afectadas, con pérdidas por $ 2000 millones. El gobernador le mandó una nota al ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile , para reclamar obras.

Hace diez días, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) estimó que, sobre la base de imágenes satelitales, entre inundadas y anegadas había ocho millones de hectáreas afectadas, desde la desembocadura del río Salado, en la bahía de Samborombón, atravesando toda esa región, hasta La Pampa y Córdoba. Ahora, según cálculos preliminares de Pablo Ginestet, un integrante de Carbap que trabajó en ese informe de la entidad, «por lo menos habrá dos millones de hectáreas más de las que había comprometidas hace quince días».

«El escenario para Buenos Aires y La Pampa se agravó con las últimas lluvias, aumentando la superficie que podría quedar fuera del circuito agrícola durante el nuevo ciclo 2017/18. Como piso podría haber aproximadamente un millón de hectáreas que ya quedarían fuera de esta campaña, y esta superficie podría incrementarse si las condiciones climáticas no mejoraran durante los próximos meses», expresó Esteban Copati, analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

En total se perderían por el agravamiento de los excesos hídricos 1,19 millones de hectáreas, que se componen de la siguiente manera: 300.000 hectáreas menos de trigo (entre lo que ya no se pudo sembrar y lo implantado y perdido), 650.000 hectáreas de la nueva siembra de soja, 150.000 hectáreas de maíz y 50.000 hectáreas de girasol. Considerando rindes promedio de los últimos cinco años para cada uno de esos cultivos y valores actuales FOB, la pérdida económica por lo que se dejaría de producir equivale a US$ 1138,5 millones.

Además de Buenos Aires y La Pampa, hubo abundantes precipitaciones sobre el este de Córdoba y el centro y el sur de Santa Fe, que van a demorar aún más el comienzo de la siembra de maíz, según destacó el analista de la Bolsa de Cereales porteña.

Suelos saturados

«Lo grave fue que llovió sobre una zona con nula capacidad receptiva [porque los suelos están saturados de agua]. Es grave el tema y condiciona ya el desarrollo de todo septiembre», dijo Germán Heinzenknecht, de Consultora de Climatología Aplicada (CCA).

Para Heinzenknecht, en diez días ya se cubrieron o superaron las lluvias normales de septiembre para Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos. En este sentido, Carlos Di Bella, director del Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), explicó: «En General Villegas llovieron 73 milímetros en un día, cuando el promedio mensual es de 48 milímetros y la media anual es de 870 milímetros».

Lo que viene genera dudas en el actual contexto de fuertes excesos. «El patrón húmedo va a seguir instalado», alertó Heinzenknecht. En rigor, se prevén más precipitaciones.

Para Matías de Velazco, presidente de Carbap, las últimas lluvias dejan sólo más preocupación entre los productores. «La situación al jueves de la semana pasada ya era complicada, y estas precipitaciones agravaron el problema. Los suelos ya están saturados, no tienen más capacidad de absorción», expresó el dirigente.

Fuente: Diario La Nación – elentrerios.com

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