En medio de una fuerte crisis cambiaria y económica, el presidente del IAPV y candidato a diputado nacional por Entre Ríos, se tomó unas costosas vacaciones con su familia.
La situación económica y social del país y de la provincia de Entre Ríos es preocupante. Crisis económica, recesión, inflación, corrida cambiaria, incertidumbre.
Ante tal panorama, los entrerrianos de a pie achican gastos en sus hogares, los intendentes de la provincia actúan y manejan los fondos públicos con total cautela, cumpliendo los compromisos asumidos y evitando incursionar en gastos que pudieran complicar las arcas municipales a futuro.
En la provincia, el gobernador Gustavo Bordet, cada vez que habla ante los medios insta a los entrerrianos y a los miembros de su administración a hacer lo mismo, aunque parece que el discurso es simplemente para la tribuna o que pocos funcionarios lo escuchan.
Uno de ellos en particular, hizo oídos sordos al pedido de austeridad que demanda, no solo el gobernador sino también la situación económica actual y la realidad de gran parte de los entrerrianos, que hacen malabares para llegar a fin de mes.
El titular del Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda y candidato a diputado nacional por el Frente de Todos, Marcelo Casaretto, dejó de lado sus obligaciones institucionales y políticas para irse de vacaciones a China, en ocasión del mundial de básquet.
Al parecer, la crisis económica y el dólar a más de 60 pesos no son preocupaciones para el funcionario y dirigente deportivo, que viajó acompañado también por familiares.
Es conocida la pasión por el básquet del titular del IAPV, ya que también es vicepresidente del club Echagüe de Paraná, una institución ligada fuertemente a esta disciplina deportiva.
Casaretto, el candidato del Frente de Todos más cuestionado y el que sufrió en mayor medida el corte de boleta en las PASO de agosto, se fue en pleno camino hacia las elecciones generales del 27 de octubre.
Un pasaje de avión a China ronda actualmente los 1000 dólares, los precios para una habitación de hotel tres estrellas (aunque suponemos que el funcionario aspira a más) arrancan en alrededor de 80 dólares por noche, el dólar hoy ronda los 60 pesos y el mundial de básquet tiene una duración de 16 días.
Para los entrerrianos de a pie, que deben hacer enormes esfuerzos para llegar a fin de mes, la cuenta es imposible de imaginar, sin dudas para el contador, histórico funcionario de la provincia, ese no es un problema.
No es la primera vez que Casaretto deja de lado sus obligaciones y se toma unas semanas para seguir a la selección argentina de básquet por el mundo.
Ya causó polémica en 2012, cuando con el cepo al dólar recién estrenado, se mostró en las redes sociales sosteniendo un fajo de libras esterlinas, en ocasión de los Juegos Olímpicos de Londres. Al año siguiente fue un poco más austero y viajó a Venezuela para el premundial, aunque las duras críticas no mermaron.
En esta oportunidad, al igual que cualquier fanático del básquet, el titular del IAPV no quería perderse el que quizás sea el último mundial de uno de los emblemas del deporte nacional, Luis Scola, aunque, claro, pocos puedan darse el lujo de permitírselo.
Ya antes de las PASO, Casaretto era uno de los candidatos más cuestionados, entre otras cosas, por sus paupérrimos antecedentes electorales, y por su gestión al frente del IAPV.
A tal punto llegaba el rechazo que cuando encabezó un acto en Santa Elena apenas lo acompañaron un puñado de militantes y un perro.
Desde el instituto de la vivienda, Casaretto mandó “a alquilar” a los beneficiarios que se quejaban por las precarias condiciones de los inmuebles que recibieron, que presentaron serios inconvenientes estructurales apenas días después de ser entregados.
En convenio con la Mutual Modelo, del empresario Adrián Bruffal, hoy en la mira de la justicia por supuestos negociados con el Estado, el IAPV entregó 800 viviendas que fueron denunciadas por los adjudicatarios por el costo de las cuotas; los problemas en la construcción y la falta de urbanización en la zona.
El rechazo a Casaretto se confirmó el 11 de agosto en las urnas, en donde sufrió un contundente 8% de corte de boleta, ya que casi 70 mil entrerrianos no quisieron votarlo.
Indiferente a su pobre performance electoral y a la preocupante crisis económica, el candidato y funcionario decidió dejar de lado la campaña y las urgencias de los entrerrianos que esperan soluciones en los graves problemas de sus viviendas para irse de vacaciones con su familia, a un costoso destino en dólares.
Los mentideros ya anticipan que, cuando Casaretto vuelva, esta vez a los actos no lo va a acompañar ni el perro.
Fuente: El Portal de Ricardo David