Los delincuentes olvidaron un arma de fuego. La inseguridad golpea a todos los barrios del departamento Concordia y en los últimos días se fueron incrementando los hechos delictivos en la zona céntrica y residencial, como lo que pasó anoche en un sector del lago de Salto Grande, donde una banda de delincuentes ingresó a una casa y debieron abortar el atraco cuando llegó a la propiedad la joven propietaria y sus dos hijas menores.
Ana, quien habita una vivienda cerca del complejo Maevia, entre los barrios residenciales del Pinar del lago y Las Garzas, relató que alrededor de las 22:00 horas de ayer lunes, arribaba con sus dos hijas menores a su casa cuando percibió que algo extraño estaba ocurriendo, porque encontró una reja de metal rota y otros elementos fuera del lugar, lo que le hizo pensar en un posible hecho delictivo, “dí vuelta con el auto y me fui hasta la casa de mi madre que vive cerca”.
Y siguió diciendo “cuando volvíamos y llegábamos a la zona de ingreso, observamos que una camioneta pasa por detrás nuestro y a unos cien metros se detiene y suben corriendo unas tres personas, así que cuando llegó la policía le comentamos de esto, le dimos las características de la camioneta y ellos salieron en su búsqueda, pero no encontraron nada”.
Tras esto, mencionó que los funcionarios de la comisaria novena hallaron un montón de artefactos eléctricos y otras cosas de valor que estaban preparados en un sector oscuro cerca de la vivienda, “es decir que ellos estaban dentro de la casa cuando nosotras regresamos, así que nos salvamos de milagro de que nos hicieran algo, porque se olvidaron hasta un arma de fuego y una zapatilla, cuando huyeron”.
Y acotó “estos delincuentes actuaron con total impunidad, porque prepararon con mucho cuidado las cosas que se iban a llevar y con lo único que no pudieron fue con un lavarropas automático y el termotanque, es decir -añadió- se estaban llevando todo en bolsas de consorcio juntaron las cosas mas pequeñas y de valor, las que sí cargaron en la camioneta, hicieron un desastre”, expreso angustiada.
Finalmente, Ana sostuvo que este sector “se esta transformando en una zona liberada, donde ya es común escuchar a los vecinos que les roben y en mi caso yo hoy tengo mucho odio e impotencia, pero sobre todo miedo porque es la segunda vez que nos entran a robar, con mis hijas estamos atemorizadas y no queremos volver a vivir en ese lugar”, reveló.
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