El ritmo del calentamiento global en los últimos cuatro años fue excepcional, tanto en la superficie terrestre como en los océanos», advirtió la Organización Meteorológica Mundial.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó este miércoles que el año 2018 fue el más cálido de los registrados oficialmente con una temperatura media a nivel mundial de un grado Celsius superior al promedio de la era preindustrial (1850-1900).
Para colmo el Top 4 se compone por los años 2015, 2016 y 2017. «El ritmo del calentamiento global en los últimos cuatro años fue excepcional, tanto en la superficie terrestre como en los océanos», advirtió Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
«La tendencia de la temperatura a largo plazo es más importante que la temperatura de cada año, y esa tendencia es al alza», aclaró Taalas. En ese sentido, la marca media de 2018 incluso fue 0.38 grados más elevada que las registradas entre 1981 y 2010.
El año más cálido del que se tiene registro fue el 2016 que, por la influencia de un episodio intenso de El Niño, estuvo 1,2° C por encima de la era preindustrial.
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«Las temperaturas no son sino una parte del problema. En 2018 los fenómenos meteorológicos extremos afectaron a numerosos países y a millones de personas, y tuvieron repercusiones devastadoras para las economías y los ecosistemas», sentenció Taalas.
Para el titular de la OMM, «la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y las medidas de adaptación al clima deberían gozar de máxima prioridad a nivel mundial».
El resultado más inmediato es el que padece el mundo hoy en día, que son temperaturas extremas como el calor atípico que azotó a nuestro territorio en los últimos días o las marcas de -45° registradas en países como Estados Unidos o Canadá en el mismo tiempo.
La OMM pronosticó que 2019 será similar a 2018 a juzgar por las marcas registradas en Australia en lo que va del verano. «El tiempo frío del este de los Estados Unidos no desmiente el cambio climático», afirmó Taalas.
«Parte de estas temperaturas frías anómalas podrían deberse a los cambios drásticos del Ártico, donde el calentamiento se produce a un ritmo dos veces más rápido que la media mundial y una gran parte del hielo de la región se ha fundido», señaló.
