En la semana, pacientes del Sanatorio Concordia denunciaron el mal estado de la institución. El director del lugar, Dr. Juan Carlos Montangie, reconoció que “hay habitaciones y espacios descuidados” pero aclaró que desde hace muchos años que todos los hospitales y sanatorios de la ciudad están en un constante «estado de alerta», que se agudizó con la inflación actual. “Vamos a terminar con un déficit económico enorme y por cerrar los sanatorios”, advirtió el galeno. “Por supuesto que nada justifica que una habitación no esté en las condiciones necesarias, ni que haya un calefón roto, ni camas en mal estado pero también es verdad que nos vemos realmente superados en la cantidad de internación que tenemos»
Montangie manifestó estar en conocimiento del reclamo y las quejas de algunos pacientes así como de la existencia de habitaciones “no en el mejor estado”. Particularmente, la nota expone fotografías del estado de uno de los cuartos: cama y el calefón rotos, sin sábanas ni abrigo, tachos de basuras sin vaciar y suciedad. “Por supuesto que nada justifica lo que esa madre denuncia, pero cada vez se hace más difícil soportar los costos de mantenimiento, insumos remedios, sueldos y todo lo que lleva el sanatorio”, lamentó. “Tratamos de tener la mayor cantidad de camas disponibles y en algunos casos eso lleva a que algunas habitaciones no estén del todo adecuadas, pero realmente estamos superados en la cantidad de internación”, remarcó.
En el mismo contexto, el director recordó que a la faltante de camas disponibles y las falencias en el sistema de salud en general los viene advirtiendo desde hace más de 10 años. “Cada vez está peor, todo aumenta sin parar y las instituciones públicas y privadas están saturadas. Tenemos una situación de crisis muy importante en toda la salud, que no es de ahora, sino desde hace mucho tiempo y por supuesto que se acrecentó en el último tiempo con la inflación y el aumento el dólar”, lamentó. “Sólo para dar un ejemplo, nosotros cobramos nuestro trabajo a 90 días y los precios están atrasados, tenemos las dos obras sociales más importantes que son Pami y Iosper pero que no han aumentado a la par de inflación y es imposible mantener todos esto”, agregó.
“La salud es todo un problema y la primer consecuencia es siempre la carencia de todo servicio”, reconoció. “Si yo hablara como empresario, no conviene tener el sanatorio abierto porque si sacas costos, no te da ganancias y se mantiene porque los dueños son médicos”, afirmó. “Pero la realidad es que no hay lugar para internarse ni en la parte estatal ni en la privada y vamos entrando así en un cuello de botella que no se cómo vamos a salir”, concluyó.
Diario Junio