Se vendió Citrícola Ayuí, ¿quién la compró?

WhatsApp-Image-2018-11-29-at-10.34.04-1024x768 Los galpones de la empresa ubicada en Villa Zorraquín fueron rematados esta mañana. El único oferente -un grupo empresario de Concordia- pagó la nada despreciable suma de 64 millones de pesos y se quedó con el inmueble. 

Los empresarios locales Sborosky dueños de Centro Eléctrico, Consumax y otras empresas y que le habían adquirido el crédito que la CITRICOLA AYUI S.A.A.I.C. adeudaba al Banco Nación prosiguieron las acciones legales en contra de la nave insignia de la citricultura local a fin de quedarse con el inmueble que la misma poseía sobre la Avenida Monseñor Rosch en el barrio de Villa Zorraquín, pasando las Termas de Anselmi y poco antes del Autódromo Ciudad de Concordia, en una priviligiada zona de nuestra ciudad, la que finalmente dejará para siempre la actividad citrícola y pasará a ser un simple depósito de Centro Eléctrico la empresa de electromésticos de Mario Sboroski e hijos.

Esta mañana, el hábil martillo de Marcos Roisman,cayó ante la primera y única oferta que se escuchó en el recinto de la Sala de Remates del Poder Judicial, ubicada en el Primer Piso del edificio de Tribunales en la calle Mitre y Urquiza, el oferente, Andrés Sborosky, respondió al llamado de Roisman, quien preguntó quién superaba la oferta de $ 52.871.304,36, levantando la mano mientras su primera oferta superó la base en nada menos que $ 9.128.695,64, es decir la nada despreciable cifra de $ 64.000.000,00. La docena de curiosos y algunos abogados del foro que se acercaron a ver “que pasaba con el remate” quedaron en absoluto silencio, mientras Roisman, cumplía con el rito de a la una….dos y tres…”vendido”.

El inmueble consta de 21 hectáreas, doce áreas y noventa y tres centiáreas (21 Has., 12 As., 93 Cs.), posee dos grandes galpones, una gran playa de maniobras, energía eléctrica trifásica para alto consumo, un pozo profundo de agua potable con tanque elevado como para alimentar todo un barrio y en el mismo se encuentra la maquinaria de última tecnología que utilizaba la Citrícola Ayuí para los procesos de selección y embalaje de la fruta, especialmente cítricos, que se destinaban a la exportación.

Vecinos del lugar, denunciaron que se viene verificando un permanente saqueo de las instalaciones de la Citrícola que tiene radicada su quiebra en la ciudad de Buenos Aires y el Síndico aparentemente no habría colocado guardias de seguridad para contener el permanente ataque de los cacos y los vándalos que habrían aprovechado esa ausencia para llevarse lo que han podido.

Según conocedores del lugar la planta era muy moderna e incluso se dijo que habían incorporado robots para algunas tareas los que quedaron embalados en sus cajas, provenientes de Asia, cuando la empresa del conocido político Francisco “Colorado” Narvaez entró en un proceso de falta de pago a los proveedores, que luego siguió con sus trabajadores para luego no pagar a nadie más.

Ante esa cesación de pagos y el consiguiente problema laboral que esto implicó para la región, el gobierno provincial a cargo de Sergio Urribarri, consiguió una serie de medidas para morigerar el impacto en las familias que dependían de la Citrícola Ayuí para vivir y hasta se llegó a interesar a empresarios chinos para que adquieran las instalaciones. Se recuerda, incluso, que los chinos habrían adelantado negociaciones adelantadas para la compra -incluso se la anunció- pero nunca prosperaron, algunos dijeron que a Francisco de Narváez Steuer, más conocido como “el colorado”, empresario y político colombiano-argentino, quien vivió varios años en Concordia, se habría opuesto a la venta, pero nunca pudo certificarse si esto era cierto o si otros intereses -entre los cuales había varios bancos y financieras- que pretendían antes que se vendiera cobrar sus créditos lo que imposibilitó que los asiáticos hicieran pie en la empresa.

Por su parte, Francisco de Narváez, más conocido aquí como “el colorado de Narváez” siguió haciendo negocios en Buenos Aires y entre las muchas empresas que se le atribuyen, fue accionista minoritario de América TV junto al grupo Uno, empresa multimedios creada y conducida por el empresario mendocido Daniel Vila y el ex político menemista y empresario José Luis Manzano a pesar de que la legislación se lo impedía, al ser diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, por lo que fue denunciado.

Diario El Sol WhatsApp-Image-2018-11-29-at-10.34.17-1024x768

 

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