Finalmente, y después de muchas idas y vueltas, la rotonda que une la autovía Artigas con el acceso a La Criolla y la Ruta Nacional 015 volvió a estar iluminada.
Recordemos que desde hacía un tiempo este cruce era una boca de lobo, y había ocasionados varios despistes de conductores que, al desconocer el lugar, se veían sorprendidos por una rotonda a oscuras.
En aquella oportunidad, hace unos dos meses atrás, la iluminación se había arreglado pero sólo funcionó una noche. Al día siguiente la empresa que está haciendo el tendido de fibra óptica, cortó accidentalmente los cables subterráneos que proveían de energía la rotonda. Desde entonces fue nuevamente una odisea el trámite para pedir esta reparación.
Después de este tiempo a oscura, volvió la luz. Esperemos que sea para siempre, porque las condiciones del lugar ameritan una buena iluminación para prevenir accidentes, y pérdidas de vidas humanas como ya ha ocurrido.
