Entre Ríos vive el día más frío en lo que va del año

frio heladas El invierno aún no comenzó, pero la temperatura en algunas localidades ya bajó a un grado e incluso se registran sensaciones térmicas bajo cero. ¿Hasta cuándo seguirá el frío intenso?

A dos días del comienzo del invierno, el frente frío que avanzó desde la zona sur y cubre la mayor parte del territorio nacional, se siente con mayor intensidad, registrándose muy bajas temperaturas en gran parte del país.

En la capital entrerriana se registra, este lunes, la jornada más fría del año. A las 5, el termómetro marcaba 3.1 grados y la sensación térmica era de 0,6 grados. En tanto, a esa hora en Gualeguaychú había un grado y la térmica era de 0,7 grados bajo cero. Sin embargo, en la ciudad del sur entrerriano, la marca más baja se registró a las 7: Hubo -0,4 grados y la sensación térmica descendió a -3.0 grados.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, se espera que la máxima de hoy ronde los apenas 12, con cielo algo nublado, vientos leves del sudoeste, luego de direcciones variables.

Para el martes se anuncia una mínima de dos grados y una máxima de 14.

El buen tiempo pero con bajas temperaturas se mantendrá hasta mediados de la semana. Así continuará el miércoles con una mínima que se elevará levemente hasta los 5ºC y la máxima, también subirá a los 15 grados.

Ya el jueves, la mínima sería sensiblemente superior: 9 grados y la máxima se acercaría a los 20.

Prevenir enfermedades

Ya se sabe que en períodos de bajas temperaturas los niños y los adultos mayores son los más vulnerables a las enfermedades respiratorias. Pero, la vida en comunidad, hace que las vías de contagio se multipliquen y, entonces, independientemente de la edad que se tenga, resulta de interés repasar las afecciones más comunes, cómo prevenirlas y tener en cuenta en qué casos es conveniente consultar al médico.

Catarro en vías superiores, laringitis, bronquiolitis y neumonía son las cuatro enfermedades respiratorias de las cuales hay que cuidar a los más chicos.

La presencia de catarro en vías superiores es la más leve de las enfermedades respiratorias. Se presenta cuando un virus ingresa al cuerpo generando abundante mucosidad, que se escurre por la garganta cuando el niño cambia de posición. Los síntomas son moco continuo, tos por la noche y catarro leve.

Ante esta enfermedad, el pediatra auscultará al chico para escuchar sus pulmones. Si se trata de catarro de las vías superiores no hay un tratamiento específico, sino sólo se buscará aliviar los síntomas. Ahora, si la tos es molesta durante el sueño, lo recomendable es hacerlo dormir semisentado para que la mucosidad no baje a la garganta. Esta patología, en general, no presenta fiebre pero suele darse a repetición durante el primer y segundo invierno del bebé, dado que los chicos se re-contagian.

En cuanto a las laringitis subglóticas (por debajo de las cuerdas vocales), debe consignarse que también se producen por virus. Éstos se alojan allí produciendo una inflamación de la laringe, lo que comúnmente se llama «Falso Cruz». Esta patología se da repentinamente y en general por la noche.

Los síntomas son: tos de perro por la noche de forma brusca, sensación de ahogo y respiración forzada.

Si el niño presenta síntomas de laringitis, lo más importante es concurrir al pediatra. En estos casos, el médico será quien decida el tratamiento basándose en la intensidad del cuadro. Tanto el frío como el calor húmedo pueden ayudar a aliviar la sensación de ahogo y la «tos de perro», lo mismo si se aplican nebulizaciones con solución fisiológica entibiada.

Dado el cuadro, el pediatra puede prescribir corticoides inyectables, administrados por vía oral o para nebulización. En general, quienes sufren de «falso cruz» suelen repetir estos episodios varias veces durante la primera infancia y luego desaparecen.

El virus sincitial respiratorio (VSR) es uno de los principales causantes de la bronquiolitis. A partir de las semanas 13-15 del año (abril) y hasta las 37-42 (agosto-septiembre) circula el virus. Con un pico que, en general, se presenta a la mitad de este período.

Es una infección causada por distintos virus y sucede en niños pequeños hasta los dos años de edad. Se trata de una inflamación de los bronquios y bronquiolos, lo que permite que el aire «entre» pero que le cueste «salir». La bronquiolitis, al no permitir que el aire ingrese y egrese al pulmón del bebé, normalmente puede desencadenar una menor saturación de oxígeno en sangre.

Los síntomas a los que deben atenderse son respiración ruidosa con silbidos (sibilancias), espiración de aire prolongada, dificultad para respirar, falta de apetito y de sueño, hundimiento de las costillitas y del hueco supraclavicular, movimientos en la panza y fiebre ocasional.

En el caso de que el bebé presente algún síntoma de bronquiolitis se debe acudir con urgencia al pediatra. El médico le recetará un broncodilatador en aerosol que aliviará los síntomas y oxígeno si es necesario. Dependiendo de la intensidad puede tener que ser necesaria la internación del niño. Si no es así, necesitará de todos modos un seguimiento cercano hasta la resolución del cuadro.

En niños prematuros, que posean una patología de base o concurran a la guardería, deben extremarse los cuidados.

Por último, la neumonía es una infección causada por bacterias, de las cuales el neumococo es la más común. La misma se produce cuando las mucosidades de los chicos poseen los gérmenes que luego se alojan en el pulmón, condensándose allí, para luego causar una infección.
Los síntomas son dificultad para respirar, falta de apetito y de sueño, además de fiebre.

Ante un posible cuadro de neumonía es importante la atención médica inmediata. El pediatra recetará un tratamiento con antibióticos, lo que aliviará los síntomas y combatirá la infección pulmonar.

Si bien es cierto que los niños de entre seis meses y dos años son propensos a sufrir cualquiera de estas cuatro enfermedades respiratorias y que las mismas a veces no pueden evitarse en un 100%, no es menos acertado que algunos cuidados mínimos pueden ayudar a disminuir las posibilidades de contagio.

Algunas medidas básicas de prevención: el lavado de manos es fundamental, ya que es una gran fuente de transmisión de virus y bacterias. Es importante evitar los ambientes de fumadores en la medida de lo posible. Es conveniente además no dejar que los chicos o bebés estén en contacto con personas que presenten síntomas de gripe, resfrío u otras enfermedades respiratorias.

Se sugiere asimismo, lavar los objetos de los chicos ya que éstos tienden a llevárselos a la boca y vacunarlos: por cierto, las vacunas previenen muchas de estas enfermedades. De hecho, si el bebé tiene el calendario de vacunación al día, la posibilidad de que se enferme es mucho menor.

Es aconsejable también extremar los cuidados en caso de que el niño sea prematuro, posea una patología de base (como cardiopatías) o concurra a la guardería.

Y, en cualquier caso, lo más importante es no asustarse y concurrir con urgencia al médico pediatra o a la guardia más cercana.

Fuente: El Once-elentrerio.com

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