El calor intenso y la escasez de precipitaciones provocaron un duro impacto en los suelos entrerrianos y algunos cultivos mermarán sus rendimientos. La tendencia podría empezar a revertirse, pero dependerá de cuánto llueva el fin de semana.
El panorama es crítico, con un 80% de los suelos en estado de sequía y el resto con reservas escasas. Sin embargo, podría comenzar a revertirse este fin de semana, con la ocurrencia de precipitaciones que se ubicarían entre los 30 y 50 milímetros, registros que si bien parecen escasos para las necesidades de los cultivos, marcarían un cambio de tendencia.
La primera década de enero dejó «magros aportes pluviales» en la provincia, observándose además «las condiciones ambientales de ola de calor que se arrastraban desde diciembre», señala el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), en su último informe sobre el estado de las reservas.
«La estabilidad estructural que ha dominado la transición anual ha condicionado significativamente el desarrollo de los sistemas precipitantes y esta condición se ha concretado a gran escala, no es restrictivo a la provincia de Entre Ríos. En general se observaron mejores precipitaciones sobre el oeste, fundamentalmente en Córdoba, el NOA y el oeste del NEA. El resto de las zonas agrícolas del país reclama en forma perentoria el cambio en el patrón pluvial.
El último trimestre del año, dejó lluvias deficitarias en buena parte de la provincia, la condición de humedad, lógicamente, presenta un escenario distinto al que se observó a comienzos de 2017. Desde mediados de diciembre a mediados de enero, aparecen con mayor probabilidad los períodos secos y con temperaturas extremas, tales como los que estamos transitando», añade el informe del Siber.
En concreto, con zonas que atrasaban deficiencias pluviales y que no encontraron respuestas en estos primeros diez días del año, es lógico que se transite un estado que «puede considerarse crítico» y que «pone mucha expectativa en la performance pluvial del sistema frontal del fin de semana». Es posible esperar aportes de entre 30 y 50 milímetros, subraya el Siber.
Reservas
El balance hídrico, obviamente, retrocede al ritmo de la escasa oferta pluvial y la sequía encuentra liberado el paso para tomar casi todas las áreas productivas de la provincia.
El Siber sostiene que este estado de sequía se ha repetido en muchas otras oportunidades en los meses de enero. El punto clave, enfatiza, es la persistencia de la misma.
«Es probable que los maíces tempranos ya hayan sufrido un deterioro que seguramente se pagará con rendimientos. Los cultivares que lograron el auxilio en floración durante la segunda quincena de diciembre la pueden llevar mejor. También la soja puede tener mejor capacidad para sobrellevar este estado y con lluvias oportunas, el cultivo logrará recuperarse», evalúa el Siber.
Esto advierte sobre una situación muy ajustada y cuantifica la magnitud de la demanda pluvial, ya que prácticamente no existe zona donde la necesidad hídrica no sea significativa.
Las lluvias del sábado y el domingo «están prácticamente garantizadas», pero «el temor radica en que el paso de las tormentas sea rápido sobre el sur y deje volúmenes bajos (menores a 30 mm). Del centro para el norte este riesgo sería más bajo».